El Poder y el Dinero: La Miseria de una Sociedad Podrida

Publicado el 23 de marzo de 2025, 9:41

Vivimos en una sociedad que huele a podrido. Donde las decisiones que marcan el destino de millones no se toman en plazas ni en parlamentos, sino en despachos oscuros y salones de lujo, mientras las calles siguen llenas de miserables. Las manos que manejan los hilos no son las de los que sangran, sino las de los que acumulan riqueza y poder a costa de quienes no tienen ni un pedazo de pan en la mesa.

La política, que debería ser la herramienta para transformar la vida de la gente, se ha convertido en una farsa grotesca, donde las promesas duran lo que tarda en llegar la próxima subvención o el próximo contrato público. Aquí no gobiernan los ideales ni los principios. Aquí gobiernan los poderosos, las grandes fortunas y los intereses que nunca cambian, aunque cambie el color de la bandera.
¿Hasta cuándo vamos a tragarnos el cuento de que el sistema político está diseñado para ayudar a los más vulnerables? La realidad es que el poder se sostiene sobre el sufrimiento de los mismos a los que promete salvar. No hay partido que no tenga las manos manchadas de corrupción o de indiferencia ante la miseria.

Cada vez que alguien habla de derechos sociales, aparece un banquero financiando campañas. Cada vez que un político promete justicia social, firma un contrato millonario con una multinacional. La política ya no sirve a la gente, sirve al poder.

 

Y mientras tanto, la gente se mata por defender colores, partidos, ideologías de mierda que solo existen en los carteles de campaña. ¿De verdad creemos que esos que se hacen fotos con los pobres entienden lo que es vivir sin nada? La política ha dejado de ser un acto de servicio para convertirse en un teatro de títeres manejados por manos invisibles.
Las calles están llenas de inmigrantes que mueren de frío, de niños que piden comida, de familias rotas por la desesperación. Pero el dinero sigue fluyendo hacia arriba, como si tuviera un imán en las manos de los que ya lo tienen todo.

 

¿Dónde están los políticos cuando las ONGs piden ayuda para los que no tienen techo? ¿Dónde están cuando los inmigrantes se hacinan en campos que parecen más cárceles que refugios? Los ves en las campañas, prometiendo justicia y cambio, y luego desaparecen en sus mansiones, dejando que la realidad siga siendo una mierda para los de siempre.

No hay políticas públicas que resuelvan el problema de la marginalidad porque el sistema necesita de esa marginalidad para seguir existiendo. Necesita pobres para que otros se sientan ricos. Necesita inmigrantes para que otros sientan que el problema no es suyo. Necesita víctimas para justificar su existencia.

 

 

¿Hasta Cuándo Vamos a Callar?
¿Qué opinas de esta farsa política que se alimenta de sufrimiento?

¿Es posible un cambio real cuando el dinero lo controla todo?

¿Estamos tan anestesiados como sociedad que ya ni siquiera nos importa ver a otros morir de hambre?

El Despertar: Romper el Silencio y Sacar la Verdad a la Luz

Si no hablamos, si no señalamos con el dedo a los verdaderos culpables, seguirán manejando los hilos mientras nosotros nos matamos entre pobres por migajas. Este blog no es solo un espacio para leer, es un espacio para gritar, para sacar la mierda a la luz y para llamar a las cosas por su nombre.

 

Los Hijos del Olvido no están aquí para complacer ni para dulcificar la verdad. Estamos aquí para romper el silencio, para exponer el dolor y para señalar la miseria del sistema que se lucra del sufrimiento.

¿Hasta cuándo vamos a seguir callando? ¿Hasta cuándo vamos a defender a quienes nos pisotean? Deja tu opinión. Desahógate. Porque en este rincón literario, la verdad se grita, no se susurra.

 

leopoldo

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