María Victoria iba como todos los viernes a jugar a los bolos al madrileño Azka. Y como todos los viernes, ahí estaba enriquito atento a la bellísima dama embutida en esos pantalones de cuero negro que le marcaban el chichi.
Iba con una amiga del trabajo: Eva, que tenía fama de putón. “A ver si follamos”, dijo Azulita. Y Eva se apretó las tetas y se restregó el pubis, justo antes de dirigirse a la pista.
El primer lanzamiento de la amiga fue un pleno. Y enriquito se animó desde su conserjería. Y Vicky repitió los espléndidos resultados.
enriquito excitadísimo con los plenos, no pudo, sino recrear su alma con los pechos de Azulita apuntando al cielo, que parecía aplaudir en cada lanzamiento.
enriquito ya sudaba del deseo sexual. Y decidió encerrarse en la conserjería que tenía un ventanuco desde el que pudo continuar viendo la partida. Y allí se masturbó.
Eva ligó con un maromo. Y su amigo fue adjudicado a Azulita. Quien no pudo, sino agradecer que Arturo le metiese mano, explicándole un certero lanzamiento.
Eva ya morreaba con Julio con total desenfreno. Y la otra pareja lo imitó.
Julio propuso retirarse a casa a follar. Y ambas estaban de acuerdo.
Arturo sirvió unos wiskis y propuso una cama redonda. Repartió Pooper entre los participantes. Y le comió la concha a Eva.
La cama redonda era maravillosa. Y Eva y Vicky disfrutaron sin igual del sexo oral entre ellas. Repetirían.
leopoldo
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