Los Hijos del Olvido II: Ecos de una Sociedad Podrida

El hedor de la sociedad podrida se cuela por cada grieta y resuena como un eco constante en las almas condenadas. Leopoldo desgarra el velo de la hipocresía para mostrarte la podredumbre que nadie quiere ver: la corrupción en la calle y en la mente, el fracaso de una sociedad que solo genera víctimas y verdugos.

Las fronteras invisibles dividen a los que tienen un hogar de los que sobreviven en la calle, donde migrantes y marginales comparten el mismo destino cruel. La ciudad los devora, los rechaza, los mata en silencio mientras se llenan los pulmones de polvo y desesperanza. La ley solo llega para barrerlos de la vista, pero nunca para tenderles una mano.

Versos que se retuercen como heridas abiertas, historias que hieren el alma y escupen rabia contenida. Aquí no hay héroes ni salvación, solo ecos de una sociedad que agoniza mientras finge estar viva. La marginalidad y la inmigración se mezclan en un mismo grito de dolor.