Apoyado y aconsejado por mi hermano empresario Javier, me dediqué a formarme en bolsa. Y pronto estaría en una dinámica actividad de compraventa de acciones. La caída de China. El apoyo a EE. UU. Y la huida de Europa fueron las circunstancias que me llevaron a reinvertir en EE. UU. Donde, gracias a una inversión en minerales raros, comencé a ganar ingentes cantidades de dinero. Asimismo, un repunte histórico de la bolsa, que supe aprovechar, fue también significativo en mi enriquecimiento.
Nuevas amistades gracias a mi hermano Javier, quien me insistía en que huyese de tener socios, pues “no traen más que complicaciones y menos dinero, pues hay que repartir beneficios”.
Continué con mis trabajos humanitarios, pero esta vez como inversor. Y finalmente fundé una ONG: “Xeito”, en la que conseguí que trabajase la gran Keka, con la que inició una relación que concluiría en el Ayuntamiento de A Coruña, haciéndonos pareja de hecho. Mi amada trabajaría en proyectos sociales cuya financiación, muy a menudo —cuando fallaban otras fuentes de financiación como la Xunta—, me haría yo cargo.
Con el tiempo me convertiría en un auténtico bróker y mis proyectos humanitarios no tendrían fin.
leopoldo
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